11/7/11

Libre

Libre te quiero (…)
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Agustín García Calvo



Como cuando viajaba
entre tu murmullo
por la noche de algún tiempo
de espesura…
No me hallé
en tus intenciones,
pero en el mapa me quisiste
estremeciendo a cada paso,
apegado a ti –que me enseñaste a serlo todo.
Vibran los ojos encendidos
y en el espejo solo
se manchan las miradas
de ese fervor ardiente
que antepuso el amor a los negocios.

No hay comentarios: