5/4/16

Qué de repente y así, como sin nada


A unos ojos tostados.


Qué de repente y así, como sin nada,
se revuelven los cielos, de improvisto.
Qué despacio pasa el tiempo –y no insisto–
cuando el vuelo se alza en tierra abrasada.

Qué extraño color el de mi almohada
esta noche en que tus sienes desvisto:
llegó el día del temor desprovisto
de mi casa, aún desasosegada.

Qué en silencio y así, entre ruido de palo,
una luz confabula en desnudarnos
y una sombra nos mezcla en el abismo.

Entre ruinas del pasado me instalo
y un jardín empeñado en recordarnos
que yo estoy en la otra mitad de mí mismo.

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