Bien, hagamos una pausa, me despido a las puertas de irme a Vietnam. Pérdonenme ustedes la vida por desafiar a la naturaleza. Esto no es un poema, solo maneras de expresarme singulares, diferente a la prosa. Nos vemos en este blog con aventuras vietnamitas.
Me meto en el papel
de poeta habitante de las noches.
No tengo miles de versos a las espaldas,
ni litros de wisky digeridos:
la ambición de decir algo
de manera diferente
con un tono demorado
y herido por la luna.
Me miro al espejo,
y la nariz pintada
descubre la necesaria soledad.
Me rodeo de lo que envidio
para contagiarme,
para inyectarme la fe de los ateos,
buscar donde todo está a la vista
las razones de sus éxitos.
Y me dices, a estas horas,
que escriba unas palabras
para teñir la oscuridad
con algún destello en un cielo empapado de humo
y de algún que otro sueño.
Conduzco tus órdenes
a mi realidad imperfecta
y apenas descubres lo que te dije
cuando no era tan cínico.
Los Ángeles,
madrugada del 16/08/2010
1 comentario:
Me gusta esta otra forma de escribir que no es prosa. Cultívala.
Buen viaje. Y no te olvides de disfrutar.
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