La segregación en Stamps era tan completa que la mayoría de
los niños negros no tenían pero lo que se dice la menor idea sobre el aspecto
de los blancos. Solo sabían que eran diferentes y les inspiraban temor.
– Maya Angelou, Yo sé
por qué canta el pájaro enjaulado
En algunas casas del sur de Estados Unidos baila al viento la
bandera de los Estados Confederados. A las dos orillas de la carretera, desde
Illinois hasta Luisiana, se suceden los ríos, los maizales, los campos de soja,
de algodón, de cebada, trigo, arroz, caña de azúcar. Al atardecer, el cielo
explota: durante el día hace acopio del bochorno y estalla con una rabia en
otras latitudes desconocida. En los 2.000 kilómetros que llevamos quemados en
este viaje se atraviesan siglos de historia: luchas, sangre, esclavitud,
música, África. Y, sin embargo, los últimos cincuenta kilómetros resumen todo
lo anterior.
Alton Sterling vendía discos en la entrada de una tiendita en
Baton Rouge, Luisiana, donde el río Misisipi da sus últimos temblores. Alguien llamó
a la policía porque Sterling, un tipo enorme, simpático y “buen chico” iba
armado. La policía llegó, lo tiró al suelo y le perforó el corazón con seis
tiros a quemarropa. En el
vídeo que grabó el propietario de la tienda se ve bien.
Esta mañana de calor insoportable, Abdullah Muflahi me lo
explica: cómo cinco minutos antes del asesinato, Alton entró a hablar con él. “¿De
qué hablasteis?”, le pregunto. “Ya sabes: de cosas normales. Estuvimos bromeando”,
me dice. “¿De chicas?”, le sugiero, “¿hablasteis?”. “También”, admite medio sonriente. Después, cuando vio
que Alton gritaba, salió y comenzó a grabar algo que dio la vuelta al mundo: su
asesinato.
En el sur del país empezó todo: empezaron los esclavos a
forjar un país a base de mano de obra en régimen feudal, empezaron a aullar de
dolor y miedo para evadirse en algo que convirtieron en arte y, como nos recuerdan en Feel Like Going Home, el primero de los documentales que realizó
Scorsese sobre el blues, dejarnos lo único que no pudieron quitar a los negros:
su cultura. En el sur comenzaron a rebelarse, a levantarse, a quebrar las
cadenas que los sometían. En el sur, donde las banderas confederadas sugieren
demasiado, hace 40 días murió Alton Sterling.
Hay en el país todo un movimiento por los derechos de los
afroamericanos, una literatura, una poesía, una música que impulsa
los derechos civiles de una minoría que, en muchas ciudades importantes del sur,
son mayoría: en Nueva Orleans, más de la mitad de la población es negra. Una inmensa
minoría.
De Chicago a Nueva Orleans, tras el inmenso Misisipi que desgarra la tierra, el río que surcó Huckleberry Finn remueven molinos, alimentan cultivos y recuerdan, a cada rato, la historia aparcada en sus riberas.
De Chicago a Nueva Orleans, tras el inmenso Misisipi que desgarra la tierra, el río que surcó Huckleberry Finn remueven molinos, alimentan cultivos y recuerdan, a cada rato, la historia aparcada en sus riberas.
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