– Cuéntame–, Beloved
sonrió ampliamente, dichosa–, háblame de tus diamantes.
–Toni Morrison, en Beloved
El color de tu cielo
azul marino
y el latido de unas luces galopantes
de una tierra que nadie ha pisado antes.
Ese aroma es el que hoy me sobrevino.
Me recuerda al tiempo huido, al
camino
donde el anhelo y tú, ya tan distantes,
se cruzan y detienen los instantes.
No es tiempo lo que muele este molino
aunque al agua con aspas asesine:
también tus huellas rompen la armadura
caigan besos, llueva o el presente trine.
Al alma está soldada la herradura
y al galope cae el hierro: ¡Imagine
los sueños de quien suelta la montura!
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