27/12/17

Las palomas mensajeras de Cuba

En las aldeas remotas de Cuba aún se utilizan palomas mensajeras. Durante las últimas elecciones municipales del pasado mes de noviembre, solo en la provincia de Guantánamo se emplearon 400 palomas para «asegurar el envío de los partes desde asentamientos intrincados», según el presidente de la Federación Colombófila de la provincia. Guantánamo está en el extremo oriental del país, donde los vientos alisios se estampan contra las montañas del norte; de los 10 municipios que tiene, seis solicitaron palomas para el proceso electoral.

Después de la votación, las engancharon los informes y las aves volaron a casa de sus propietarios que, diligentemente, llevaron los resultados a las diferentes comisiones electorales. Sin embargo, el uso generalizado de estas aves domesticadas tiene otros usos.

«Es un medio de entretenimiento», sostiene Rafael González, secretario de la Sociedad Colombófila de la provincia de La Habana. «Es mi pasión y me relaja. Anoche estuve hasta las once de la noche en el palomar. Allí entreno a las palomas, les doy medicinas, les quito bichos, les reviso la garganta, les veo comportamientos o hago cruces entre ellas». 

Rafael es un hombre hablador y apasionado que habla en la sede de la delegación de La Habana, en el descascarillado Centro Habana. En casa tiene 100 palomas con las que compite durante la temporada que comienza en julio. El campeonato nacional está compuesto por 17 vuelos de tres categorías diferentes y comienzan con una suelta: lanzan al aire, como si arrojaran un puñado de polvo, destino a sus casas. Los vuelos en este país alargado son de hasta 920 kilómetros. «Y porque se nos acaba la isla», intermedia Inés Barros, trabajadora de la sociedad.


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